La economía española volvió a contraerse en el primer trimestre del año después de que el Producto Interior Bruto (PIB) retrocediera un 0,5% lastrado por el descenso del consumo y de la inversión como consecuencia de las restricciones.
Según el avance de datos de Contabilidad Nacional publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB español registra una variación trimestral del -0,5% en términos de volumen como consecuencia del descenso del consumo y de la inversión.
La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB fue en este trimestre de -2,6 puntos, 3,6 puntos superior a la del cuarto trimestre. En concreto, el consumo se retrajo un 0,6% en el primer trimestre ante la vuelta a tasas negativas del consumo de los hogares y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH), que mostraron descensos del 1% y del 2,1% hasta marzo, frente a las tasas del 0% y del 0,6% del trimestre anterior.
Del gasto en consumo solo se mantuvo en positivo el gasto público durante el primer trimestre, con un crecimiento del 0,5%, su más baja en dos años después de que en los dos trimestres anteriores creciera a un ritmo del 1,3%.
También volvió a valores negativos la inversión y también tras dos trimestres de avances. En concreto, entre enero y marzo la inversión se contrajo un 1,9%, frente al crecimiento del 1% del trimestre anterior y del aumento histórico del 21,5% que experimentó en el tercer trimestre de 2020. La inversión empresarial en bienes de equipo y maquinaria se mantuvo en positivo, con un avance del 0,9 %, pero destaca la caída del 5,2% de la inversión destinada a vivienda y construcción.
En la misma línea están los resultados de las exportaciones y las importaciones, que presentaron hasta marzo tasas negativas del 0,1% y del 1,3% después de haber registrado avances del 4,6% y del 6,2% en el último cuarto de 2020.
En cuanto a la variación interanual del PIB, esta se situó en el -4,3% (la menor contracción desde el primer trimestre del año pasado, cuando se anotó el mismo dato), un descenso a un ritmo mucho menor que en el último trimestre de 2020 (-8,9%) pero que suma ya cinco en negativo.
La demanda nacional restó 2,6 puntos al PIB interanual, cifra 3,6 puntos superior a la del cuarto trimestre de 2020, mientras que la demanda externa tuvo una aportación negativa de 1,6 puntos, 1,1 puntos más que en el trimestre anterior.
A precios corrientes (teniendo en cuenta el IPC), el PIB descendió un 3,3% en tasa interanual, tasa 4,9 puntos inferior a la registrada en el cuarto trimestre del año pasado. En concreto, el PIB a precios corrientes se situó en el primer trimestre de 2021 en 287.407 millones de euros, cifra inferior en 2.621 millones a la del cuarto trimestre de 2020 y 28.426 millones de euros por debajo de la del último cuarto de 2019, cuando alcanzó un máximo histórico de 315.833 millones de euros.
En términos interanuales, el empleo retrocedió un 1,9%, moderando en 3,3 puntos la caída del último cuatro de 2020. El dato se traduce en la destrucción de 343.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
El escenario de España confirma que la recuperación tendrá que esperar. La tendencia iniciada tras el rebote del tercer trimestre y el “milagro” del cuarto, donde el crecimiento fue nulo pero se esquivó el retroceso, se ha roto en este primer trimestre del año.