El cruce de datos con las distintas administraciones y la digitalización permite a la Agencia Tributaria disponer cada vez de más información sobre un determinado contribuyente. Esto tiene su reflejo en el borrador que anualmente elabora para que realice su declaración de la Renta, pero es conveniente revisarlo concienzudamente porque Hacienda no lo sabe todo.
La Agencia Tributaria está al tanto de la información que le hacen llegar las entidades financieras y las empresas. El borrador incluye: rendimientos del trabajo, rendimientos de cuentas bancarias, dividendos, intereses de cuentas y de valores, deducciones por donativos o préstamos hipotecarios, ventas de fondos de inversión, información catastral de inmuebles.
En cuanto a la información que no le consta a Hacienda y que el contribuyente tendrá que declarar, se encuentran las ganancias y pérdidas patrimoniales, los ingresos y gastos de las actividades económicas, los ingresos y gastos provenientes de alquileres de locales, pisos turísticos y pisos alquilados como vivienda habitual, rentas procedentes del extranjero, ventas de activos financieros, cuotas a formaciones sindicales y colegios profesionales. Además, hay que revisar si podemos aplicarnos las deducciones estatales y autonómicas a las que pudiéramos tener derecho.