Errores comunes por los que Hacienda multa a los autónomos

En la mayoría de los casos los autónomos tienen que dejar de lado las labores de su trabajo para dedicarse a los deberes que le exige la Agencia Tributaria. La Administración intenta agilizar los trámites con declaraciones y formularios autocompletados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el trabajador es un profesional en su campo pero no tiene porqué ser un experto administrativo. Esta situación induce a que el autónomo cometa errores que pueden ser motivo de una sanción económica.

Estos errores se suelen considerar como infracciones leves, ya que en las graves existe el dolo o la intención de cometer esa infracción. Por lo que las multas que la Agencia Tributaria interpondrá al autónomo no superarán el 50% de lo que se dejó de ingresar.

Algunos de los errores más comunes en los que suelen caer los autónomos son los siguientes:

  1. No diferenciar entre cuenta bancaria y personal. Esta situación deriva en problemas de contabilidad y de justificación de movimientos financieros, en tanto que el flujo de entradas y salidas debe corresponderse exclusivamente con ingresos y gastos derivados de la actividad desarrollada.
  2. No conservar justificante de todos los ingresos y gastos. Generalmente, el autónomo suele guardar una factura de cualquier ingreso o gasto que derive de su actividad; ya que, posteriormente, deben ser registradas a la hora de tributar el IRFP y el IVA.

Pero algunos profesionales comenten el error de pensar que los movimientos más pequeños no son susceptibles de ser registrados. La Agencia Tributaria no tiene porqué darse cuenta de este problema pero, en todo caso, esta práctica es perfectamente punible.

  • Errores en la transcripción de datos contables. A excepción de los autónomos que están en módulos y algún caso extraordinario más, la gran mayoría del colectivo de autónomos tiene que llevar la contabilidad de su negocio para, posteriormente, presentarla a la Agencia Tributaria.

Un error en la transcripción de estos datos es motivo de sanción. No obstante, si el profesional rindiese cuentas del error y presentase un formulario de rectificación correctamente cumplimentado, Hacienda lo tomaría como una equivocación y no presentaría una multa.

  • No devengar correctamente las amortizaciones

No contabilizar una factura como bien de inversión o registrar una amortización superior a la correspondiente también es motivo de sanción, ya que el resultado contable será inferior al correcto. Para ello, es necesario identificar las facturas de inmovilizado correctamente.

  • No diferenciar entre gasto e inversión Básicamente, el problema radica en el uso del capital utilizado. Cuando el dinero está destinado a realizar la compra de un bien de consumo, el autónomo estaría realizando un gasto.

Sin embargo, cuando el capital se destina a realizar una compra que generará beneficios a corto, medio o largo plazo, se trata de una inversión. Por lo que lo adquirido pasaría a formar parte del activo del negocio y no se declararía de la misma forma que un gasto.

  • No deducir correctamente los recibos bancarios. Existen gastos fiscales, como la propia cuota de autónomos o la prima de los seguros, que se pueden deducir del banco. Hay que tener en cuenta que, como trabajador por cuenta propia, es necesario solicitar un documento justificativo en la entidad bancaria que acredite este tipo de ingresos o gastos; estas entidades están estrechamente relacionadas con la Agencia Tributaria y suele comunicar estas entradas y salidas de dinero.